martes, 23 de junio de 2009

Tengo una amiga que es partera.
Verla trabajar es una alegría, un movimiento energético muy grande.

Yo la había elejido para que sea mi partera, que es la partera de todos, por que nos ayuda a nacer a los padres como padres y recibe al niño, SOLO para ser un puente entre ese niño y su mamá.

Finalmente por miedo, por inseguridades, por falta de contención propia y del medio nos fuimos a una clínica.

Mi hijo nació por cesárea con dilatación completa y sin sufrimiento fetal alguno, el estaba perfecto, yo estaba cansada pero con ganas de seguir, sólo había que esperar a que me pudiera abrir, ahora comprendo que en ese lugar que YO elejí, nunca podría haberme abierto.

Acompañando mi primer parto domiciliario, supe, tuve la íntima certeza de querer trabajar de esa manera, como mi amiga partera trabaja.
Mientras la mujer vocalizaba en las contracciones (que eran como cantos iniciáticos...cantos sagrados) ella (la partera)le decía: "Hermoso, esto está precioso!!".
Y entre el vapor, los cantos, la espera, las palabras que eran un idioma de mujeres, por que de verdad estaba precioso, esa vulva abombada, ese olor particular...
A esa mujer la ví de color naranja y supuse que era justo en su momento de pasaje, por que a los minutos coronó su hija.
Acompañando y mirando a la mujer,a la partera, el vapor, su compañero y papá de la niña...sentía que el pecho se me salía de tanta belleza, de tanto amor.
Nunca en una institución( en las que he estado) escuché palabas de cariño o de aliento hacia la mujer pariendo.
Nunca vi en una institución recibir a un bebé con tanto respeto, ni pedirle permiso para nada.

Todas nos merecemos amor y respeto en un momento tan trascendente. No ironías, no órdenes, no sostener el miedo , el horario y el prejuicio ajeno.
Todas somos una.
Si tengo un proximo hijo, quiero escuchar: "Hermoso, esto está precioso..."
Mientras tanto me lo repito a mi , y lo voy a decir en los partos que acompañe, mientras hago mi trabajo interno para imprimírmelo el los tejidos, en las células, en el espíritu, en todo lo que soy.
Salud Manu!! por un parto respetado y una maternidad conciente!!

jueves, 4 de junio de 2009

Curioso...

Hoy estuve mateando con cuatro mujeres hermosas, las edades iban de los 50 a los 60 exepto yo que tengo 33.
Hablaban fuerte, se reían, contaban cosas de sus hijos (obviamente) chistes.....
¿Cómo puede ser que TODAS, las cuatro, hayan llegado a la adolescencia pensando que se quedaban embarazadas su un chico las besaba?
¿Cómo puede ser que de cuatro, tres no recibían ni besos ni abrazos de sus madres?
¿Cómo puede ser que menstruaban y no sabían de dónde ni bien por qué?
Quiero aclarar que tres de estas mujeres son madres de mujeres.
Luego nos cuestionamos por qué tenemos reglas dolorosas....

miércoles, 3 de junio de 2009

Y si.....

Lo que tiene trabajar con lo femenino, es que uno está permanentemente en la zaranda de las ideas, conceptos y estética de uno mismo...
En el horno, cuestionandome casi todo.
Qué es lo propio? qué es lo ancestral? qué es lo que se arrastra del linaje de las féminas de la familia?
Y ahí voy, por ese caminito sinuoso.
Mientras tanto me construyo como mujer, soy amante, compañera, mamá, estudiante, Doula, secretaria, amiga, hermana, hija, paciente, ciudadana.
De a ratos me zambullo, y de a ratos me sacudo.
Eso.